Vicente García de la Huerta fue uno de los escritores más interesantes y casi me atreveré a decir más conmovedores del siglo XVIII por la entereza y el tesón con que defendió un ideal decadente contra los nuevos valores ideológicos -y estéticos- suscitados por una sociedad en transformación y dirigida por un gobierno absolutista.
Poeta y dramaturgo español, hermano del sacerdote y también escritor Pedro García de la Huerta.
En Madrid, llamó la atención por su arrogancia y su belleza y al final de su vida dirigió la Biblioteca Nacional, pero lo despidieron porque sus enemigos levantaron sospechas sobre él. La publicación de su colección de piezas de teatro del Siglo de Oro Theatro Hespañol (sic)( 1785-1786) le supuso severas críticas por parte de los que entendieron exclusiones tan arbitrarias como la de Lope de Vega, su creador, y afectaron a su raciocinio. Murió en Madrid, sin llevar a cabo su afán de reavivar el drama nacional. Su Agamemnon vengado proviene de Sófocles, traducido de Voltaire, y su Raquel es neoclásica en cuanto a formato, aunque no en contenido.